SOCIEDAD KRESALA

Jesús Aldanondo Suquía (El "pipas")

Jesús Aldanondo Suquía, nacido en Ordizia el 22 de diciembre de 1914. Cursó los estudios para el sacerdocio en el Seminario de Vitoria, siendo ordenado sacerdote el 2 de julio de 1939. En el año 1954 es nombrado coadjutor de la Parroquia de San Vicente.

Don Jesús Aldanondo era una persona dotada de una inteligencia práctica y era, además, un hombre tenaz. Su actuación pastoral tuvo siempre una preocupación: cómo realizar una labor apostólica ante los jóvenes y adultos respondiendo a las exigencias de los nuevos tiempos. En esta línea contra viento y marea, intuyó que lo que se hacía de trabajo con los jóvenes (Congregación de Luises e Hijas de María) se podía reorientar con modos más abiertos.

Su mente trabajaba sin descanso. Presentó la idea al Sr. Obispo, a los compañeros sacerdotes de la Parroquia, a financieros amigos, a militantes obreros de la JOC. Palmaditas en la espalda: "El Aldanondo con sus fantasias..."

Y la idea, la fantasía de Don Jesus, era Kresala. Un lugar de acogida, de esparcimiento, de cultura, de formación, de un despertar ideológico ante la mordaza de la dictadura. Una sociedad de inspiración cristiana en la que cabían todas las personas de buena voluntad, jóvenes y adultos, que no intentasen molestar ni cambiar los objetivos de la Sociedad Kresala.

La Sociedad Kresala nació a Donostia en marzo de 1967. Los presupuestos eran altos, pero con la gran aportación de muchas familias salió adelante. Había euforia, expectación, curiosidad. La autoridad religiosa no las tenía todas consigo, pero Jesús machacaba, era una apisonadora, era honrado, se le conocía y había que darle un voto de confianza.

La autoridad civil, en el intento de convencer a "no sé quién" (al Régimen supongo), que eran católicos de siempre, saca la vara de medir, pone artículos, dificultades y más que dificultades; se cumplen todas las leyes amordazadoras y... la Sociedad Kresala es reconocida civilmente.

Se forma la primera directiva, el local de Euskal Herria 9 bajo, antiguo Círculo Burgalés, abre sus puertas a adultos y jóvenes, quienes pueden encontrar actividades de tipo cultural, recreativas, deportivas...

Creo que Don Jesús (a quien se le llamaba "El pipas" por fumar en pipa) tenía ideas fijas. Kresala debía de ser un foro en el que se encontrasen y dialogasen distintas concepciones filosóficas y de partidos; donde los adultos y jóvenes fueran formándose en libertad, respetando las opciones de cada cual, sin intentar sacar provecho del caramelo que, en pleno franquismo, suponía poder moverse e intercambiar posicionamientos políticos y religiosos de cada uno.